lunes, 27 de febrero de 2012

El encantador

Ciro me ha mentido varias veces mirándome a los ojos. Lo hace aún, cada que da una declaración pública. Él miente y miente y ya nadie le cree. El presidente del Medellín miente y sufre. Sufre porque creo que ningún hincha sufre tanto como él. Pobre. La presión que debe tener encima debe ser bien pesada y molesta. Y sólo encuentro dos posibles razones para entender el porqué de su terquedad para continuar al frente de un equipo cuando se tiene a la mayoría de la hinchada en contra.
Una razón que explicaría su permanencia es que Jorge Osorio Ciro es el títere de alguien que, por sobre él, dirige al equipo desde las sombras, siendo la verdadera cabeza del DIM. Este argumento toma peso cuando en repetidas ocasiones se rumora que no es el médico el principal accionista del equipo, sino que el verdadero dueño es un tal Viera que tiene más del 60% de las acciones, etc. De ser cierto esto, habría sido comprobada una de las tantas mentiras dichas por el presidente, pues él, muy campante, se erige como dueño, presidente y cabeza visible del DIM, cuando en realidad sería simplemente un socio minoritario con facultades de presidente, mientras que el verdadero poder está allí atrás, escondido, como si de un delincuente se tratara. El Medellín es oscuro, así la frase más repetido desde la oficialidad sea “los libros de contabilidad del equipo están abiertos para todos cuando lo deseen”.


El segundo motivo que encuentro para que Ciro siga tercamente al frente del DIM es el de la parte económica. Esta razón principia con la presunción de que sí es el señor en cuestión el mayor-accionista-presidente-y-dueño-del-DIM y de que todas las decisiones que se tomen en el seno del club, acertadas (pocas) y erradas (casi todas) pasan por sus manos. El Rojo le debe dar buena plata para que él no quiera irse y en cambio prefiera quedarse enfrentando un presente negro y a una hinchada que ya no lo soporta. Entonces aquí estaríamos frente a otras posibles mentiras que podrían ser probadas. No nos mintamos: el Medellín de los últimos años (salvo el del título del 2009) no fue rentable. Además de que no tuvimos patrocinio principal durante unos meses, las taquillas y el promedio de asistencia no fueron los mejores y a duras penas daban para pagar los gastos del funcionamiento del club y las nóminas de los jugadores (aunque se diga en la prensa nacional que es el DIM uno de los clubes que adeudan salarios a sus jugadores). ¿De dónde se iba a lucrar Ciro entonces? Pues de la venta y prestamos de los jugadores.

Muchos todavía hoy nos estamos preguntando, por ejemplo, qué pasó con la plata del pase de Pino (que fueron varios millones de dólares) o pensamos –con nostalgia- ¿por qué se nos mintió en el tema de Jackson Martínez? Jackson, ese gran goleador que tuvimos y que ahora brilla en México, fue totalmente transferido (por una cifra desconocida) a Jaguares de Chiapas. ¿Y el 50% que se reservaba el Medellín para un futuro traspaso del negro? Sudo frío cuando leo que a Jackson lo pretenden de Inglaterra y que estarían dispuestos a pagar más de 10 millones de dólares por él: al DIM le entrarían más de 10.000 millones de pesos si aún conservara ese porcentaje. Pero no, misteriosamente ya fue vendido. ¿Y la plata?

Una vez en una reunión a la que algunos del grupo fuimos citados, Ciro nos dijo, mirándonos a los ojos y con una pícara y convincente sonrisa, que pensáramos él de dónde iba a sacar plata del Medellín. Agregó además que él estaba aquí no por plata sino por amor al equipo. Ese día también nos contó que a él grandes jugadores que han pasado por el equipo como Amaranto, Gio Hernández, David González, entre otros, lo llamaban para preguntarle por el DIM, para agradecerle por todo y para decirle que algún día les gustaría volver (¿por qué entonces los jugadores prefieren irse a otros clubes que sí les paguen y salen diciendo que aquí hay problemas internos, en su mayoría de índole económica?) Algo no cuadra. Alguien miente y yo creo saber quién. También nos pintó el centenario como una gran fiesta que vestiría a la ciudad de rojo y que llenaría de alegría a nuestros corazones, cuando prometió un equipazo, campeón de Colombia y con aspiraciones Libertadoras.
El presente nos tiene a hoy a 6 puntos del descenso directo, con graves problemas deportivos y con un equipo que da vergüenza. Ciro dijo que el equipo aspiraría a Libertadores y la realidad le contesta poniéndonos cerca al descenso. Más mentiras. Ese día se las creímos y hasta nos involucramos en un par de proyectos centenarios, ideas que más adelante morirían por falta de apoyo y disposición de la dirección del equipo. Sé dónde están los documentos que prueban esto y es bien triste, porque eran proyectos que de verdad valían la pena y que hubieras servido para la celebración de los 100 años.


Hoy le digo, señor Presidente, que no le creo nada. Nadie, y oiga bien, nadie trabaja gratis, ni por amor. Ni mucho menos usted, que necesita plata para tomarse los roncitos en Sopetrán, donde queda su finca. Estamos cansados de su sonrisa cínica y de su palabrería que nos hace sentir al frente de un culebrero. Es usted encantador, señor, pero un encantador de serpientes. Le cuento que los hinchas estamos mamados de usted, de Sueños del Balón, del silencio, del misterio, del desacierto, del error constante, de la falta de visión, de la limitada proyección, de la censura, del desorden y de la ceguera y la sordera con la que reciben las críticas de la hinchada. Ya no más.

No nos siga diciendo mentiras, Ciro. Venda. O ayude a democratizar. O simplemente váyase. Pero no sonría más. No nos mienta más.

@David_Araque

3 comentarios:

  1. Te Importaria Si Publico Esto En Mi Pagina Deportiva?

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  2. Claro que no, dale. Con los créditos, claro.

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    1. Ok. De Una Se Darian Cuenta Que No Lo Escribi Yo, Lo Haces Muy Bien Amigo!

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