miércoles, 23 de febrero de 2011

Una tarde en Otraparte

La tarde es soleada y el viento, a veces tan escaso en los días de verano, es el principal protagonista cuando estoy llegando a OtraParte. Ingreso por una pequeña portada de hierro. Se ve vieja y me pregunto si era por aquí por donde el maestro Fernando González entraba y salía de ésta, su casa. “Venga toda la juventud, toda la niñez, todo lo que es porvenir, a la oposición, porque nos han engañado y van a decir que no dejamos huellas en la bendita tierra que habitamos”, reza una gran valla que adorna la entrada. El mismo Fernando, hijo ilustre del municipio de Envigado, nos invita a visitar la que desde el 10 de abril de 2002 es la casa de todos los que día a día nos hacemos presentes en La casa- museo OtraParte.

Tras los primeros pasos, por un sendero de piedras que lleva hacia la casa, me encuentro con una fuente que adorna un hermoso jardín. Al fondo, una formidable construcción de principios del siglo pasado me recuerda el por qué es que OtraParte también es considerada un museo. Mientras recorro sus pasillos y habitaciones, con una música tranquila que acompaña mi visita, siento a Fernando González en cada espacio de la que, todavía, es su casa. Él está en todas partes. Es ésa la magia de aquél lugar.

Ingreso a la librería, única, por su estilo, en el Municipio, y veo la gran variedad de libros, escritos, ensayos e ilustraciones que la conforman. OtraParte, como ente dedicado plenamente a la cultura, pretende forjar una sociedad amante del vicio de leer y de aprender. Por eso es normal ver que, semana tras semana, se realicen aquí un sin número de actividades dedicadas al arte y la cultura: Música, cine, poesía, relatos, conferencias, encuentros y muchas otras cosas más se viven y se disfrutan en la Casa-Museo de Fernando González.

Es cierto que se aprende estudiando; pero se aprende mal y nada acerca de los hombres y de la vida. Se aprenden enumeraciones. La vida es preciso vivirla

Después de hacer el recorrido, y de hablar con un par de personas que allí trabajan, por fin puedo sentarme, tranquilo, a ojear la carta de El café de Otra Parte, que en sí, es una obra de arte. Página por página, imágenes, citas de grandes obras de literatura y frases sabias del Maestro González, muestran los productos que allí se venden: Desde un simple Tinto o una aromática, pasando por todo tipo de cervezas, nacionales y extranjeras, hasta llegar a deliciosos Sandwiches gourmet. Es un lugar con proyección internacional, sin dudas, y su carta y su apariencia, dignas de mostrar y de admirar, así lo ratifican.

Decido tomarme un Milo, que tal vez está un poco dulce. Saco el libro que llevo y me pongo a leer. Los minutos pasan rápido y cuando menos lo pienso, ya comienza a anochecer. Miro a mí alrededor y veo que hay varias mesas ocupadas, y entre los demás visitantes, alcanzo a ver un grupo de extranjeros que disfrutan del lugar. Me lleno de orgullo y pienso que sí es posible cambiar a nuestro país, si existieran más sitios como éste.

Ya es tarde y no me queda casi dinero. Es hora de irme.

Estoy triste porque no hallo un fin que me interese. Si todo es igual, ¿Por qué no adoptar el de la alegría? En eso consiste el ser buenos, en alegrarnos

jueves, 3 de febrero de 2011

Déjenlo morir en paz


Estoy harto de la polarización que reina en el país. Aún hoy, cinco meses después de la salida de Uribe de la Casa de Nariño, sigue siendo él el tema central (y pareciera que el único) de la agenda de la opinión Nacional.
Semana tras semana, el Periodismo doméstico sigue provocando el fuego con sus columnas llenas de odio hacia el ex-mandatario. No hay dudas en que era él quien se encargaba de dividir al país con su discurso venenoso, pero de lo que tampoco tengo reparo alguno es que son ellos, los columnistas, con su sermón cansino y repetitivo, los que resucitan ese dañino estilo que tanto daño le ha hecho al país desmembrándolo y partiéndolo en dos: Izquierdas y derechas; Guerrilleros y Paramilitares; Uribistas y AntiUribistas; 'Colombianos de bien' y mamertos; Etc.

Por su parte, Uribe twittea y twittea, como dando locos manotazos para no ahogarse en el olvido al que se dirige sin detenerse. Ese olvido en el que caen todos los expresidentes al verse superados por su sucesor. Y mientras tanto, con su opinión, los columnistas lo único que hacen es lanzarle los salvavidas que necesita y que ni el mismo Juan Manuel Santos ha querido arrojarle.


Así, lastimosamente, es la oposición la que mantiene vivo a Uribe. ¿Cuándo se darán cuenta de eso?

miércoles, 2 de febrero de 2011

Los concejos y las Asambleas NO son órganos legislativos


Ni los Concejos Municipales, ni las Asambleas Departamentales hacen parte de la Rama Legislativa de la República de Colombia. Así lo confirma, principalmente, la propia Constitución Nacional de Colombia cuando, en su Artículo 312 esboza que “En cada municipio habrá una corporación administrativa elegida popularmente para períodos de tres años que se denominará concejo municipal, integrada por no menos de siete, ni más de veintiún miembros según lo determine la ley, de acuerdo con la población respectiva”. A su vez, en la propia Constitución, en el Titulo VII referente a la Rama Legislativa del Poder Público, no se hace mención alguna a estos entes anteriormente mencionados.

Así, es claro entonces cómo tanto el Concejo como la Asamblea tienen una función más administrativa, en tanto que, por medio de los Acuerdos Municipales y las Ordenanzas Departamentales reglamentan el uso de los recursos públicos y ejercen un control sobre los Alcaldes y Gobernadores, respectivamente.

Me permito entonces citar textualmente al Doctor Pedro Alfonso Hernández, autor del texto El Concejo Municipal, que apoya la capacitación de los Concejales y Concejalas de Colombia, y que habla acerca de la común confusión que suscita la función de este órgano Administrativo. Dice Hernández que “(…) Esta característica es una consecuencia de la forma de Estado en Colombia, organizado como república unitaria, descentralizada y con autonomía de sus entidades territoriales, en donde los departamentos, distritos y municipios El Concejo Municipal pertenecen a la rama ejecutiva del poder público y participan, por principio, en el cumplimiento de la función administrativa del Estado. Lo anterior significa que las entidades territoriales no tienen a su cargo, por principio, el cumplimiento de las demás funciones esenciales del Estado. Es decir, los departamentos, distritos y municipios no tienen asignadas funciones de carácter constitucional, legislativo, judicial ni electoral. Por esta razón es impreciso denominar al concejo como “el legislador municipal”, tal como en ocasiones lo expresan algunos de sus integrantes.”

Sin embargo, y sin dejar de cumplir sus funciones administrativas, estas corporaciones en algunos casos pueden llegar a cumplir acciones que parecieran de carácter legislativo, como por ejemplo la determinación de los elementos del tributo, cuando éstos no son definidos por el legislador. Para estos casos, el Doctor Hernández, en el mismo texto anteriormente citado, nos dice que “Esta situación se ha presentado en ocasiones en la aprobación legislativa de estampillas pro-desarrollo regional, sectorial o institucional, donde el Congreso deja a las corporaciones públicas territoriales el señalamiento del sujeto activo, el sujeto pasivo, la base gravable o la tasa impositiva. Este ejemplo permite exponer una conclusión provisional en relación con la organización de los Estados y es la siguiente: Aunque en el derecho constitucional comparado existen parámetros generales de referencia acerca de las figuras jurídicas que se empleen en la organización del poder público, como es el carácter federal, unitario o regional, cada Estado tiene su propia forma de organización que bien puede alejarse de tales parámetros básicos, sin que por ello abandone su vocación federal o unitaria. En otras palabras, el hecho de afirmar que en Colombia los concejos cumplen excepcionalmente funciones de vocación legislativa, no significa que deje de ser una República unitaria, solamente que en estos aspectos se distingue del formato de Estado unitario que domina la literatura jurídica extranjera sobre la materia, en la medida en que no existe moldes únicos e inmodificables sobre tipos de Estado, que deban ser asumidos plenamente por los pueblos que opten por una u otra opción de organización política”

Por lo tanto, y ya para terminar, nos queda claro que, aún teniendo algunas funciones que podrían ser consideradas como netamente legislativas, son los Concejos Municipales y las Asambleas Departamentales unos órganos descentralizados de la Rama Ejecutiva, con autonomía y poder Administrativo. La función Legislativa, por mandato expreso de la Constitución Nacional y la Ley, es exclusiva del Congreso, conformado por la Cámara de Representantes y el Senado de la República.